Desde la apertura del campus María Zambrano en 2012, la sala de exposiciones aneja a su Biblioteca viene cumpliendo la importante función de dar visibilidad a los trabajos realizados por alumnos de las diferentes titulaciones. También ha mostrado algunas exposiciones itinerantes de la Junta de Castilla y León que han tenido excelente acogida, no sólo entre la comunidad universitaria, sino también entre el público general que cada vez acude en mayor número a visitar estas exposiciones.
Junto a ellas, y a petición de los propios artistas interesados, la sala viene mostrando periódicamente la obra de pintores, escultores y fotógrafos sin otro criterio que el de atender dichas solicitudes. Dentro de esta línea, y tratando de fijar unas señas de identidad para la sala, los profesores de Historia del Arte Teresa Cortón de las Heras y Francisco Egaña Casariego se han comprometido a organizar dos muestras anuales. Estas estarán dedicadas a artistas jóvenes, pero con un reconocimiento y una trayectoria acreditada, y sobre todo a mostrar la obra reciente de antiguos alumnos de los cursos de paisaje que vienen celebrándose ininterrumpidamente en la ciudad de Segovia desde 1950. En este sentido, ambos profesores están trabajando en la preparación de una exposición colectiva que se inaugurará esta próxima primavera y que acercará a Segovia la obra reciente de tres pintores que en su juventud disfrutaron de esta beca. Los profesores Cortón y Egaña no han querido desvelar sus nombres, pero sí destacar no sólo la solidez y el reconocimiento de sus obras respectivas, sino también la originalidad y radicalidad de sus propuestas actuales, que nada tienen que ver con las plazas y rincones de Segovia que pintaron en su juventud siendo beneficiarios de esta beca. Pero a pesar de la distancia y del tiempo transcurrido, así como del natural cambio de lenguaje, y hasta de género y disciplina–si es que de géneros y disciplinas puede hablarse en el arte actual, caracterizado por los mestizajes y las contaminaciones-, en todos ellos permanece el vínculo afectivo con la ciudad y sus gentes. Algo que sin duda favorecerá en el futuro estos reencuentros.
Este ciclo de exposiciones coordinado por los profesores Cortón y Egaña arrancó el pasado 7 de octubre con la muestra del pintor Iván Montero (Salamanca, 1972). En este caso se da la doble circunstancia de ser un joven artista de amplia y dilatada trayectoria profesional y la de hallarse estrechamente vinculado a la ciudad y a sus cursos de paisaje. Primero como pintor agregado a estos cursos, y más tarde como organizador de encuentros entre esos jóvenes paisajistas y los artistas de la ciudad.
Bajo el sugerente título El patio de atrás, este joven pintor salmantino afincado en Segovia muestra un conjunto de obras de diferentes formatos con un lenguaje próximo al expresionismo abstracto neoyorquino, en donde el color se convierte en protagonista indiscutible. La muestra, recién inaugurada, está siendo muy visitada.